Por Fabiola González V
Médico y Cirujano
Se cree que nació en el año 460 a.C.,
en la isla de Cos, debido a su descendencia se creía que provenía de una
estirpe de magos, descendiente de Esculapio en dios griego de la medicina.
Aunque
sin base cierta, se considera a Hipócrates autor de una especie de enciclopedia
médica, llamado también Corpus hippocraticum, está
constituido por unos cincuenta tratados, que abarcan más de mil páginas. Es una
colección heterogénea en estilo, doctrina y época. Está escrita en dialecto
jónico y se sabe que buena parte de ella estuvo en la Biblioteca Médica de la
isla de Cos. Los principales tratados fueron escritos entre los años 420 y 350
a.C., probablemente algunos por el mismo Hipócrates, pero cuáles y cuántos
escribió no se sabe con certeza
- tratados anatómicos: son cortos y
fragmentarios. Se trata de una anatomía primitiva y especulativa, basada
en la disección de animales. En todo caso, los conocimientos de anatomía
que tenían los hipocráticos no son tan pocos como se supone;
- tratados teóricos: son dos los más
importantes. Sobre la medicina antigua es una bella obra
filosófica, aunque se inicia con una crítica a la filosofía por su
intromisión en la medicina; Sobre la naturaleza del hombre es
uno de los textos tardíos, contiene la doctrina sobre los cuatro humores;
- tratados sobre la clínica y enfermedades:
éstos son textos heterogéneos, que difieren en los conceptos que se
enuncian de salud y enfermedad, así Sobre las enfermedades y
Sobre las afecciones; el tratado Sobre los humores versa
acerca de la constitución del cuerpo humano y predisposición a enfermarse
en distintas épocas; los libros de las Epidemias, escritos en forma
de breves historias clínicas, son una de las mejores obras de la
colección, hoy, clásica de la literatura mundial; otro tratado clásico,
una de las primeras monografías sobre una sola enfermedad, es Sobre
la enfermedad sagrada; otros tratados clínicos son Sobre las
crisis y Sobre los días críticos; Sobre
aires, aguas y lugares es un tratado muy especial, que versa
acerca de geografía médica. En él se habla de cómo el medio ecológico
determina las condiciones físicas y mentales del hombre y sus
enfermedades. El tratado acerca del Pronóstico es otra
obra clásica, de muy rica información;
- hay varias obras que versan sobre terapéutica,
están las de dietética, entre ellas Sobre la dieta en enfermedades
agudas, y las de cirugía, entre ellas: Sobre fracturas, y Sobre
articulaciones, esta última es muy especial porque está ilustrada. El
libro Sobre las heridas de la cabeza es de cirugía
militar;
- entre los tratados ginecológicos son notables
los dos libros Sobre las enfermedades de la mujer, que abarca
la ginecología y obstetricia. En ese tiempo en Grecia las mujeres no solían
ser atendidas por médicos, de manera que las enfermedades ginecológicas y
obstétricas no eran de conocimiento corriente entre médicos;
- están, por último, los tratados deontólogicos,
entre ellos el Juramento y Sobre el médico,
un libro apologético de la medicina, Sobre el arte, y el
magnífico libro de los Aforismos, uno de los más conocidos de la
literatura médica universal.
La total elaboración de esta primera medicina científica, que
llama medicina hipocrática.
Esta hazaña consistió en substituir en la explicación de la salud y enfermedad
todo elemento mágico o sobrenatural por una teoría circunscrita a la esfera del
hombre y la naturaleza. Así, en el pasaje sobre la
enfermedad «sagrada», la epilepsia, leemos:
«Me parece que la llamada enfermedad sagrada no es más divina que
cualquier otra. Tiene una causa natural, al igual que las restantes
enfermedades. Los hombres creen que es divina precisamente porque no la
conocen... En la Naturaleza todas las cosas son iguales en que pueden reducirse
a las causas precedentes.»
En esta
colección, la llamada «Antigua medicina» es uno de los tratados más antiguos y
más célebres y en él sugiere el autor, entre otras propuestas, investigar el
origen del arte que practica, origen que halla en el deseo de ofrecer al ser humano
un régimen de vida y, en especial, una forma de alimentación que se adapte de
una manera completamente racional a la satisfacción de sus necesidades más
inmediatas. Por este motivo, considera por ejemplo el aprendizaje de la
correcta cocción de los alimentos como una primera manifestación de la búsqueda
de una existencia mejor.
En Atenas ejerció y
enseñó medicina y su actuación durante una peste que sufría Atenas al principio de la guerra del
Peloponeso, recompensándole los atenienses este gran servicio con el derecho de
ciudadanía y un homenaje público. Su fama llegó
a Persia, de donde el rey Artajerjes le
invitó a ir para combatir una epidemia, ofreciéndole cuantiosas riquezas; en la
corte declara que se debía a su patria y no a enemigos de su pueblo.
JURAMENTO DE HIPOCRATES
"Por Apolo médico y Esculapio, juro: por Higias, Panacace y todos los dioses y diosas a quienes pongo por testigos de la observancia de este voto, que me obligo a cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y voluntad.
Tributaré a mi maestro de Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mi fortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como mis hermanos, y si quisieran aprender la ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y sin otro género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a los discípulos que me sigan bajo el convenio y juramento que determinan la la ley médica y a nadie más.
Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi conocimiento, evitando todo mal e injusticia.
No me avendré a pretensiones que afecten a la administración de venenos, ni persuadiré a persona alguna con sugestiones de esa especie; me abstendré igualmente de suministrar a mujeres embarazadas pesarios o abortivos.
Mi vida la pasaré y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza.
No practicaré la talla, dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla ordinariamente.
Cuando entre en una casa no llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mucho de no cometer intencionalmente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitando principalmente la seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas. Guardaré reseva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no será preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos.
Si observo con fidelidad mi juramento, seame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte adversa".
"Por Apolo médico y Esculapio, juro: por Higias, Panacace y todos los dioses y diosas a quienes pongo por testigos de la observancia de este voto, que me obligo a cumplir lo que ofrezco con todas mis fuerzas y voluntad.
Tributaré a mi maestro de Medicina igual respeto que a los autores de mis días, partiendo con ellos mi fortuna y socorriéndoles en caso necesario; trataré a sus hijos como mis hermanos, y si quisieran aprender la ciencia, se las enseñaré desinteresadamente y sin otro género de recompensa. Instruiré con preceptos, lecciones habladas y demás métodos de enseñanza a mis hijos, a los de mis maestros y a los discípulos que me sigan bajo el convenio y juramento que determinan la la ley médica y a nadie más.
Fijaré el régimen de los enfermos del modo que le sea más conveniente, según mis facultades y mi conocimiento, evitando todo mal e injusticia.
No me avendré a pretensiones que afecten a la administración de venenos, ni persuadiré a persona alguna con sugestiones de esa especie; me abstendré igualmente de suministrar a mujeres embarazadas pesarios o abortivos.
Mi vida la pasaré y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza.
No practicaré la talla, dejando esa operación y otras a los especialistas que se dedican a practicarla ordinariamente.
Cuando entre en una casa no llevaré otro propósito que el bien y la salud de los enfermos, cuidando mucho de no cometer intencionalmente faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitando principalmente la seducción de las mujeres jóvenes, libres o esclavas. Guardaré reseva acerca de lo que oiga o vea en la sociedad y no será preciso que se divulgue, sea o no del dominio de mi profesión, considerando el ser discreto como un deber en semejantes casos.
Si observo con fidelidad mi juramento, seame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte adversa".
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