Por
Flor de María Chew Florián
Médica y Cirujana
Nació el 20 de junio de 1861 en Eastbourne
(Inglaterra) y fallece el 16 de mayo de 1947 en Cambridge (Inglaterra).
Inició estudiando química en la
Universidad de Londres. Su padre era un librero, aficionado a la ciencia; aunque
murió cuando Frederick era un niño, Frederick Hopkins desde pequeño, se sintió
atraído por los temas relacionados con la ciencia. En 1894 obtuvo en el grado
de Medicina, en el Guy’s Hospital de Londres, y entre 1914 y 1943 se convirtió
en el primer profesor de Bioquímica de la Universidad de Cambridge.
Su principal contribución investigadora fueron
sus descubrimientos en el campo de las vitaminas, desarrolló investigaciones
con ratas, con las que descubrió la existencia de sustancias imprescindibles
para mantener la vida (“vitaminas”) las cuales no eran producidas por el
organismo y debían obtenerse de la dieta, ya que la ausencia de las mismas,
determinaba la aparición de ciertas enfermedades carenciales.
Además
descubrió que ciertos alimentos tenían una relación directa con el crecimiento; comprobó
que el consumo de leche conseguía hacer reanudar el crecimiento detenido de un
ser vivo en formación; también llegó a
la conclusión de que la sustancia activa sobre el crecimiento de los seres
vivos es la vitamina A.
Tuvo durante mucho tiempo que estudiar cómo las células obtienen la energía a través de un proceso
metabólico complejo de reacciones de oxidación y reducción. También demostró que
la falta de oxígeno provoca una acumulación
de ácido láctico en el músculo.
En 1929 se le concedió el Premio Nobel de Medicina o Fisiología, siendo
el premio más relevante, sin embargo fue galardonado en repetidas ocasiones.
¿Por qué es considerado
influyente?
El aporte que realizó este
Bioquímico y Médico Británico, constituyó un avance muy importante para la
humanidad, debido a que las vitaminas son imprescindibles para la salud del ser
humano, ya que al ingerirlas, se previenen una serie de enfermedades como el
bocio, escorbuto, ceguera, anemia perniciosa, entre otros y con ello se mejora
también la calidad de vida evitando síntomas y signos propios de la deficiencia
de vitaminas específicas y también cabe mencionar que la población sana está
constituida por personas laboralmente activas, más productivas y con menor
ausentismo laboral, lo que conduce a un país a un mayor desarrollo, en
comparación con los países que poseen una población enferma, que es menos
activa laboralmente, en donde existe mayor ausentismo laboral e incluso la
esperanza de vida es menor para la población.
También es importante su
descubrimiento, ya que los suplementos vitamínicos en mujeres embarazadas
disminuyen el riesgo de que sus hijos presenten anomalías del tubo neural, labio
leporino, paladar hendido, entre otros.
A partir de los
descubrimientos de Frederick Hopkins, se conoce que la ingesta de leche,
reanuda el crecimiento de un ser vivo en formación, tal como sucede con la
población infantil; a pesar de que un niño no haya tenido una alimentación
adecuada en su totalidad, es posible mejorar su crecimiento, desarrollo y por
tanto su estado de salud, iniciando por cambiar su estado nutricional, lo cual
se logra recomendando una dieta balanceada, con suplementos vitamínicos y la
ingesta diaria de leche.
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