Por
Angela
María Ruíz Sandoval
El domingo 15 de junio se llevó a cabo el espectáculo
deportivo “Cross Country Urbano”, organizado por la Municipalidad capitalina en
conjunto con el Club Enduro de Guatemala y la Asociación de Ciclo montañismo.
El evento incluyó un circuito de 6 kilómetros con áreas de
obstáculos ubicados en puntos emblemáticos e históricos de la ciudad de
Guatemala, y uno de ellos fue el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, en
donde la carrera dejó estragos dentro de los jardínes del teatro y en las
gradas de dicho lugar.
El
monumental conjunto del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias es la obra más
emblemática del ingeniero Efraín Recinos, la cual constituye un ícono de la
arquitectura contemporánea del país y un referente de la identidad nacional.
Su
arquitectura involucra símbolos propios de la cultura y entorno guatemaltecos,
haciendo alusión a formas comunes de las pirámides, el perfil de un jaguar
estilizado, siluetas de mujeres, una gama de colores afín a los símbolos
patrios y, sobre todo, las curvas que son características del país de montañas
y volcanes.
En sus
instalaciones se realizan la promoción y difusión las expresiones
artístico-culturales, nacionales y extranjeras, proporcionando un espacio
adecuado para la organización y presentación de eventos y espectáculos de las
diferentes disciplinas artísticas y del saber humano.
Está de más mencionar
que el Centro Cultural es considerado patrimonio cultural de nuestro país, por lo
cual dicha actividad provocó tanta indignación que, por medio de las redes
sociales, argumentaban la terrible falta de respeto, expresando su malestar con
comentarios revestidos de burlas y sarcasmo.
Como
era de esperarse, nadie sabe nada y nadie tiene la culpa, así que empezaron las
excusas por parte del ministro de Cultura y Deportes, Carlos Batzín, quien
inclusive negó conocimiento de dicha actividad a pesar de los múltiples afiches
del evento por parte de la organización X-Run Guatemala, quienes también
negaron cualquier responsabilidad antes los daños y la municipalidad dirigida
por el alcalde, Alvaro Arzú, quien conjuntamente con la cartera de Cultura y
Deportes dieron aval para que se realizará dicha actividad.
Como
comunicó la hija de Efraín Recinos, Lorena Recinos, mediante las redes
sociales: “Menos mal mi papá ya no está, se volvería a morir…” ¿Qué diría
Efraín Recinos tras los estragos que hicieron en su Centro Cultural?
Entonces,
¿debemos suponer que nada pasó? ¿Seguimos permitiendo que destruyan el
patrimonio cultural? ¿Lo nuestro? Con gobernantes que solo piensan para el
momento y no evalúan las posibles repercusiones de estas decisiones, creen que
son dueños de todos y deben ser eximidos de cualquier responsabilidad. Por
gobernantes así, a nuestro país le queda un largo camino que recorrer. Ya que,
en vez de ir para adelante, retrocedemos unos cuantos años atrás.
Para
nuestros gobernantes y todas las organizaciones involucradas en este evento en
particular, solo queda decirles que el pueblo de Guatemala está cansado de
escuchar excusas y solo excusas.
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