Vistas de página en total

viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Vitamina D como estrategia de prevención de cáncer de mama?


Por
Alba Khin
Médica y cirujana

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) En el año 2012 14.1 millones de adultos fueron diagnosticados con cáncer y se registraron 8.2 millones de muertes por esta enfermedad. El cáncer de mama se encuentra entre la segunda causa de morbilidad por cáncer en el mundo y en Guatemala según datos del Instituto de Cancerología, el número de casos de cáncer de mama detectados anualmente ha aumentado gradualmente desde 200 registrados en 1998 hasta 415 en 2011, representando un aumento de 108% en 14 años y es el segundo tumor maligno más frecuente en mujeres guatemaltecas. Su incidencia está aumentando en países en vía de desarrollo como el nuestro debido al aumento en la esperanza de vida, incremento de la urbanización y adopción de estilos de vida saludable.
Según la OMS en los países como Guatemala con bajos a medianos recursos que enfrentan la carga tanto de cáncer de mama como el cervical necesitan implementar intervenciones para mitigar estas enfermedades que con un tamizaje adecuado pueden ser detectadas en etapas tempranas, una de ellas que ha estado siendo estudiada desde hace varios años, es la adición a la dieta de suplementos de vitamina D, ya que varios estudios han encontrado que un nivel de 52 ng/ml de esta podría disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama así como la mortalidad por esta neoplasia, ya que su forma activa, el calcitriol, no sólo juega un papel importante en el control del calcio y homeostasis, también actúa en células de una variedad de tejidos para promover la inhibición de proliferación e inducción de la diferenciación celular. A pesar de ser algo conocido desde hace varios años, en el país aún no existen estudios acerca de niveles de esta vitamina para conocer si en efecto su deficiencia podría asociarse a una mayor  incidencia de la enfermedad nuestra población y además, no se miden de manera rutinaria los niveles de la misma en las pacientes diagnosticadas con la enfermedad como para considerar si esta juega un factor pronóstico.

Por lo tanto, la realización de estudios respecto a esta vitamina permitiría generar evidencia suficiente para la suplementación rutinaria de alimentos de acceso a la población general como ocurre con el yodo en la sal y la vitamina A en el azúcar, para disminuir la incidencia de cáncer de mama en nuestra población y abrir puertas a estudios de valor pronóstico de la misma para  uso en el tratamiento de las pacientes con esta enfermedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario