Burnout y depresión en profesionales de la salud

Andrea Geraldina Orellana Camargo

Médico y cirujano

La Medicina como profesión es una de las carreras más agotadoras y estresantes que se pueden encontrar hoy en día. Mucho se ha escrito sobre los diferentes problemas físicos y psíquicos que sufre el médico cuando realiza su residencia hospitalaria como consecuencia de las largas jornadas laborales a las que se enfrenta, el tener en sus manos la vida de otro ser humano, los pocos recursos con los que puedan contar estos profesionales al ejercer su profesión y que hacen de la carrera una labor titánica, una tarea ardua y agotadora.

La depresión y el desgaste son muy prevalentes entre los residentes de todo el mundo y usualmente coexisten y se sobreponen y comparten características en común, además los dos han demostrado su efecto negativo sobre el desempeño laboral.

Está demostrado que el síndrome de Burnout se manifiesta en 41 a 76% de los residentes, mientras que la depresión se manifiesta en 7 a 56% de ellos. La presencia de ambos padecimientos afecta la toma de decisiones tanto diagnósticas como terapéuticas y origina problemas en los servicios, con los jefes y los pacientes.

Es por las importantes consecuencias que este fenómeno tiene, no solo en la persona que lo padece sino que en las personas que lo rodean y en la institución para la que labora, que es importante que el médico que lo padece busque ayuda, para así también mejorar su calidad de vida.

Recuerde que es más difícil que pase en las personas que tienen familia, están casados, tienen hijos o practican un pasatiempo. Es cierto, está haciendo su residencia en cualquier especialidad, pero ¡no todo es medicina! Así que, inscríbase en el gimnasio, lea un libro, retome las clases de guitarra, atrévase a hablarle a la señorita que le gusta, pase más tiempo con sus hijos… en fin, ¡haga lo que más le gusta! Y será un gran médico con una vida de envidiar.

Soy víctima de este fenómeno si padezco constantemente:

 

· Dolor de cabeza

· Fatiga

· Dolores musculares

· Frustración

· Irritabilidad

· Problemas de sueño

· Baja autoestima

· Aburrimiento

· Actitud defensiva

· Pobre atención y concentración

· Tristeza

· Desesperanza

· Pérdida de interés

· Alteraciones del apetito

· Sentimiento de inutilidad