Médica
y Cirujana
Especialización
en investigación científica.
Escuela
de postgrado de Ingeniería
En las
últimas décadas la obesidad se ha convertido en uno de los principales
problemas de salud pública en muchos países del mundo, sobre todo en países
desarrollados.
En la actualidad la humanidad es más propensa a ingerir
comida “chatarra” o a consumir comida en la calle que contienen
demasiadas grasas y calorías que nuestro cuerpo no necesita y no nos
ejercitamos lo suficiente para deshacernos de ellas. Por ello la obesidad es
más frecuente que antes y cada día se incrementa más.
En los últimos años se
ha observado múltiples ataques
publicitarios hacia los niños para que consuman comida rápida. El afán de los
padres de complacer a sus hijos con alimento que la televisión les insta a
consumir, aleja a nuestros niños de hábitos alimenticios saludables que más bien
los encaminan a morbilidades como obesidad a tempranas edades y deficiencias
nutricionales, estos alimentos tiene la característica de que no solo son
grasosos sino que a su vez no aportan nutrientes al organismo.
Se ha observado también que por factores
socioeconómicos la mayoría de las madres de familia ahora trabajan y por la
falta de tiempo les es difícil preparar los alimentos a sus hijos
principalmente el desayuno y refacción.
Por ejemplo una de las soluciones que encuentran hoy en día es comprar
comida preparada o comida “chatarra”, jugos en caja o lata y enviársela en la
lonchera.
Debemos de tener presente que las consecuencias de esta
enfermedad van desde condiciones crónicas serias que reducen la calidad de vida
hasta la muerte prematura. Las
principales enfermedades crónicas que predispone la obesidad infantil varios
años después son enfermedades cardiovasculares, enfermedad de la vesícula
biliar y esteatosis hepática entre otras.
La obesidad no afecta únicamente de manera física sino
también psicológicamente ya que muchos niños y adolescentes sufren ansiedad,
culpa, frustración, depresión, sentimientos de rechazo y vulnerabilidad además
del tan famoso “bullying”.
El problema de la obesidad no solo se
encuentra en países desarrollados, en países en desarrollo como Guatemala en
los últimos años se ha observado un incremento de la obesidad infantil y esto
es bastante preocupante, ya que persisten altos índices de desnutrición
infantil y déficit de crecimiento. Por
lo que podemos decir que nuestro país se encuentra en una transición
epidemiológica en donde coexisten deficiencias nutricionales y exceso de peso
por lo cual se deben tomar medidas para mejorar el crecimiento de los niños y a
su vez monitorear el exceso de peso para tomar medidas preventivas para
corregir oportunamente estos problemas.
Debemos actuar a tiempo antes de que la obesidad infantil se
vuelva en una epidemia.
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