Por
Erick
Castro
Medico
y cirujano
Estudiante Especialización en investigación científica
Escuela
de Postgrado. Facultad de Ingeniería
Existen diversas
malformaciones cardíacas congénitas en las cuales se ve comprometido de alguna
manera el paso sanguíneo entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar,
entre las cuales podemos mencionar: atresia de la arteria pulmonar, tetralogía
de Fallot, troncus arterioso, entre otras. Debido a este problema a lo largo de
la historia se han utilizado diversos métodos para restablecer esta conexión,
probando así diversas técnicas quirúrgicas y distintos tipos de materiales para
formar un conducto que restableciera dicha conexión y que cumpliera con ciertos
requisitos: (1) potencial para incrementar su diámetro con el tiempo, (2) baja
probabilidad de encogerse o del desarrollo de una capa en la intima o trombos,
(3) larga duración de función de la válvula, (4) disponibilidad y (5) bajo
costo.
En 1964 Rastelli y
colaboradores utilizaron un conducto de pericardio no valvado en el tracto de
salida de un paciente con tetralogía de Fallot (ToF) y atresia pulmonar (AP)
con defecto en el septo ventricular. En 1966 Ross y Somerville utilizaron un
homo injerto aórtico para corregir un caso de atresia pulmonar mas defecto del
septo ventricular, pero la alta tasa de calcificación y estenosis del injerto,
provocó la búsqueda de diferentes combinaciones de materiales para las cirugías
de reconstrucción; por lo que desde entonces se han utilizado injertos
irradiados, frescos, preservados en antibióticos u homo injertos y hetero
injertos crio preservados. Pero ninguno de estos ha probado ser ideal ya que no
cumplen con los requisitos anteriormente mencionados.
En 1983 Schlichter –
Kreutzer, de Buenos Aires consideran, la posibilidad de construir un conducto
valvado con pericardio autólogo no preservado, con la meta de utilizar un
conducto que no necesitara remplazo o que al menos tuviera una baja incidencia
de re operación. A partir de entonces Schilchter le dio seguimiento a los
pacientes a los cuales les coloco un conducto valvado de pericardio autólogo
fresco reportando que dichos conductos llenaron bastante bien los
requerimientos. Actualmente estos conductos están en discusión ya que en varios
países se esta estudiando su evolución a largo plazo para comprobar si
definitivamente son la mejor elección a tomar a la hora de restablecer la
conexión entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar. Debido a esto se
cree que es importante documentar la experiencia que se tiene en este país con
los conductos valvados de pericardio autólogo fresco, ya que en este momento ya
se puede realizar una evaluación a largo plazo de los conductos que han sido
colocados.•
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