Carmen
Aida Rivera
Médica
y cirujana
Especialización
de postgrado en Investigación científica
Escuela de postgrado. Facultad de Ingeniería
Escuela de postgrado. Facultad de Ingeniería
Hoy en día no existe país ni comunidad que esté
libre de la violencia, invade nuestros sentidos a tal punto que podemos
encontrar representaciones de esta en cada lugar como las calles, centros de
estudio, trabajo e incluso en nuestro propio hogar. Sin embargo paradójicamente
estamos tan acostumbrados, al extremo que
ya no nos percatamos de esta ola de violencia. “La Organización Mundial
de la Salud
define la violencia como: “El uso
deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o
efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o
tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos,
trastornos del desarrollo o privaciones”. La violencia es responsable de más de 1.6
millones de muertes al año en todo el mundo. Aunque en 1996 el Estado de Guatemala
firmó los Acuerdos de paz; diez años después el país registra los mayores niveles de violencia
a nivel mundial. En el ranking de países campeones en homicidios por armas de
fuego, Guatemala ocupaba el octavo puesto para el año 2000. Esto nos conduce a
la siguiente interrogante: ¿Cuál es impacto de la violencia? En el país
numerosos actos de violencia no estan registrados por ignorancia u omisión. Actualmente
la recopilación más extensa y accesible de los hechos violentos en nuestro país
corresponde a mortalidad, obtenidos de certificados de defunción, registros de
estadísticas vitales e informes forenses. Que solo refiere una pequeña
parte de todos los datos sobre hechos
violentos en nuestra sociedad; ya que por cada victima que se muere a causa de
un hecho violento otras resultan heridas y con discapacidades físicas o mentales.
En el país, 2008 fue uno de los años en que la violencia
se intensificó más que en los últimos treinta años, alcanzando los 46
homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional de los cuales, el 83%
fueron provocadas por el uso de armas de fuego debido a las facilidades por el
contrabando con que son conseguidas con débiles regulaciones y controles
para la posesión y portación. En el pasado como ahora el uso de armas es
sinónimo de poder sobre otros grupos especialmente con el alto nivel de ocurrencia
de homicidios, secuestros y violaciones que cotidianamente son titulares en los
medios de comunicación y que a la vez afecta el desarrollo económico, social y
la salud mental.
Existen
otras situaciones que están fuera de nuestro alcance pero de alto riesgo: el
uso de buses urbanos, extraurbanos o taxis como medio de transporte y el oficio
pilotos incluso de camiones de extracción de basura y propietarios de tiendas y
abarroterías, quienes están más expuestos al crimen y extorsión que los
empleados de empresas privadas.
En
los últimos días también nos consterno la noticia de que un estudiante
brillante perdiera la vida en manos de un delincuente ¿y esto porque? por
tratar de defender a una víctima de violencia. Nuestra sociedad está cansada de
ser de tanta violencia y ante la falta de respuesta de nuestras autoridades que
tienen la obligación de cuidarnos y defendernos; se deciden hacer justicia por propia mano con pérdidas
y sucesos lamentables. Ante todo esto solo queda preguntarme ¿hasta cuándo? y
¿Hasta dónde tendremos que llegar para que todo esto acabe?.•
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